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SE INICIAN TRABAJOS
PATRIMONIALES
EN LOS VESTIGIOS DE LA QUEBRADA DE LOS LOROS
Con ceremonia protocolar in situ se inician los
trabajos en el sector de la Quebrada de Los Loros, al oriente de Las
Compañías, en La Serena.
Se trata de recuperar el vestigio
arqueológico y Santuario de la Naturaleza que representa el
sector, y, fundamentalmente, la Batalla de Los Loros, donde se
enfrentaron en 1859 dos visiones de Chile. El sector se ha vuelto un
símbolo de nuestro país, ya que aún persisten las
controversias nacionales en torno a qué tipo de país
queremos, qué tipo de constitución y qué tipo de
estructura política se le da al Estado chileno.
Esta actividad, que
estará encabezada por altas autoridades de la Región, se
realizará como actividad conmemorativa del Día del
Patrimonio, el día 14 de mayo, a las 12:00 horas, en la Quebrada
de Los Loros. En dicha ocasión se iniciaran
específicamente los trabajos de una primera propuesta en el
sector denominado “Mirador de la Quebrada de Los Loros”. Está
previsto que la Sociedad Patrimonial Pedro Pablo Muñoz Godoy
(SPPMG), realice otros proyectos relacionados con el sector, como es la
publicación de un libro conmemorativo, que contendrá
documentos inéditos de dicha batalla y de la Revolución
Constituyente de 1859, que encabezara el poeta General Pedro
León Gallo. También, está previsto crear un
Archivo Histórico Regional en el sector y dependencias para el
trabajo de investigación y creación de la intelectualidad
regional y nacional, entre otros.
Hoy día, la Sociedad Pedro Pablo
Muñoz Godoy ha obtenido el Comodato de gran parte del lugar.
Cuenta con el patrocinio de CNCA, del Ministerio Bienes Nacionales, de
CORE Región de Coquimbo y de cientos de ciudadanos que se han
acercado a la Sociedad, para manifestar su solidaridad al respecto.
Para conocer más de este primer proyecto en el sector,
denominado “Mirador de la Batalla de Los Loros”, se propone la
creación de un monumento arqueológico e histórico
y santuario de la naturaleza; a partir de su notable patrimonio
intangible y tangible, y de ser símbolo de la dignidad y del
sacrificio de las Regiones. Esta propuesta busca lograr un Parque
Temático, donde se construirá un espacio de
protección medio ambiental, un Museo de Sitio, un Mirador Solar,
un Mirador Astronómico y un lugar de paseo y reflexión
para la Comunidad Regional y Nacional, y, especialmente, para el
populoso sector de Las Compañías.
La Batalla de Los Loros y sus vestigios en
la Quebrada del mismo nombre, es el mayor símbolo del
espíritu descentralizador del país y de la dignidad de
las regiones del Norte Infinito (Coquimbo y Atacama). Cientos de
hombres dieron sus vidas en la “Revolución Constituyente”, para
crear un Estado “comunalista”, interconectado soberanamente,
autogestionado y autosostenido regionalmente; un Estado consagrado en
la diversidad y unido por ésta; un Estado de las culturas de
Chile.
Desde la formación de la
República se ha venido luchando sistemáticamente por un
país más equilibrado y representativo. Hoy, vemos
cómo la comunidad nacional sigue buscando formas de
auto-gobierno y soberanía. Los procesos recientes de elegir por
voto popular, especialmente al Intendente, habla de que se ha ido
avanzando en una mayor equidad de las Regiones respecto al centro
político y respecto a la participación ciudadana.
En estos últimos años, han
surgido diversos movimientos y acciones para que el Estado Chileno
reconozca el esfuerzo de las comunidades locales y para que, en las
tomas de decisiones, la gente participe. Por ello, el imaginario de la
Revolución Constituyente de 1859, resulta significativo y
simbólico, para que nuestro país siga
desarrollándose y resolviendo las necesidades de la gente en
forma eficaz y eficiente; que esto se vuelva un verdadero factor y se
convierta en una Nación pluricultural y desarrollada.
La Revolución de 1859 parte porque
nuestros diputados y representantes de algunas provincias no se sumaron
a los arreglos nacionales de la Presidencia de don Manuel Montt para
favorecer la oligarquía, que con métodos fraudulentos
pretendía comprar por parte del Estado, bienes a particulares.
Especialmente, en el hecho tremendo del negociado del Ferrocarril
Valparaíso – Santiago para adquirir las acciones a los
empresarios. Esto trajo como resultado una tensión insoportable.
Los mineros del norte ya estaban muy molestos con el Gobierno del
Presidente Montt, porque los agricultores casi no tributaban; en
cambio, ellos, pagaban altos aranceles. Además, los artesanos y,
particularmente, los obreros de las faenas mineras, soportaban
condiciones prehistóricas de trato en los laboreos y de
abundante accidentalidad. Esto hizo que la comunidad pluriclasista de
Atacama y Coquimbo se uniera, y estallara la Revolución.
En Atacama se formó el
“Ejército Libertador del Norte” encabezado por Pedro León
Gallo. Se sumó, desde La Serena, Pedro Pablo Muñoz Godoy,
el cual ya había participado en la Revolución de 1851.
Este Ejército del Norte quedó conformado con casi 2.000
hombres. Se construyeron cañones y otros armamentos. Se
emitieron Pesos Constituyentes. Se nombraron autoridades. Pedro
León Gallo fue elegido por votación popular, como
Intendente Regional, el primero y único en Chile. Se
formaron batallones con los mineros de Chañarcillo y de otras
faenas; de Chañaral, Caldera, Tierra Amarilla y Vallenar, y con
intelectuales y artistas de la ciudad de Copiapó y La Serena.
También, se sumó un contingente de la provincia de
Coquimbo, provenientes de La Higuera, Vicuña, Ovalle e Illapel.
Estas tropas tenían experiencias en las revoluciones anteriores;
contaban con recursos que venían de las ricas minas,
especialmente de Chañarcillo. También, había una
efervescencia intelectual muy influida por los emigrantes europeos y la
masiva presencia de exiliados argentinos que huyeron de la dictadura de
Rosas.
En esa época, el Norte de Chile era
un polo de desarrollo cultural notable. Allí llegaron a vivir y
trabajar muchos de los intelectuales y poetas más importantes en
ese momento de nuestro país: Valentín Letelier, Victorino
Lastarria, Ramón Arancibia Contreras, Manuel Concha, los
hermanos Matta, los hermanos Escuti, Rosario Orrego, Alberto Blest
Gana, Valentín Magallanes, etc. Y, también, muchas
mujeres se plegaron a la Revolución, encabezadas por doña
Candelaria Goyenechea.
Este Ejército luchó con
armas propias, incluida la herramienta de trabajo denominada “Corvo”,
que hizo su aparición como arma distinguida y oficial de Chile.
Comenzaron los combates contra el Ejército Centralista, en
diversos lugares de la provincia de Atacama y, luego, las grandes
batallas: Quebrada de Los Loros (14 de marzo de 1859) y Cerro Grande
(29 de abril de 1859).
La Batalla de Los Loros se
desarrolló en la Quebrada del mismo nombre, al Noroeste de la
ciudad de La Serena. Las tropas del Norte bordearon La Serena por el
mineral del Brillador y bajaron por el lado Este de la Quebrada y se
atrincheraron en ese lugar. Las tropas centralistas, estacionadas cerca
del río, enviaron ataques de caballería sobre el naciente
de la Quebrada, pero fueron rechazadas por tropas escogidas, en
guerrilla, de los revolucionarios, ya que éstos no pudieron
contar con su propia caballería. Esta acción dejó
en malas condiciones a las tropas de Pedro León Gallo. Durante
algunas horas se combatió con fusilería y cañones;
y, luego, al quedar inutilizados los cañones revolucionarios,
las tropas de Gobierno hicieron un ataque sobre la orilla oeste de la
quebrada, siendo repelida por los mineros con el “Corvo”, causando
muchas bajas y dispersión en las tropas de Gobierno, las cuales
fueron perseguidas hasta el río. Los sobrevivientes huyeron a
Coquimbo, donde se reembarcaron. En las orillas de la Quebrada de Los
Loros quedaron centenares de cadáveres y vestigios del combate,
los cuales han sido sistemáticamente saqueados. Por parte de las
fuerzas revolucionarias, quedó un centenar de muertos y heridos.
Entre ellos, Víctor Torreblanca, José A. Peña,
Antonio “Manco Moreno” y el mismo comandante Pedro León Gallo,
con dos heridas de bala.
La Revolución Constituyente fue un hecho
significativo de la Historia de Chile, aunque desconocido y no
suficientemente valorado. Ha pasado más de 157 años, y
muchas de las visiones de Estado que tenían los revolucionarios
siguen latentes: como son la creación de Regiones
Autónomas; una educación verdaderamente pública;
una Ley Tributaria equilibrada; la elección de autoridades
provinciales y regionales a través de voto popular; el derecho a
tener símbolos culturales propios y la creación de una
Constitución conmutativa y sinalagmática y que fuera
consensuada por toda la Comunidad y que se acercara a la equidad de un
Estado Federalista.
Por ello, se vuelve imprescindible que la
Comunidad y las autoridades conozcan este Proyecto; y, además,
sirva de reflexión, en un momento en que el país
precisamente está en una etapa de grandes reformas para
profundizar la Democracia, mayor Justicia Social y para que sea un
país pluricultural y progresista.
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En el Limarí la
gente escucha lo que le gusta... Alegre y Caribe Fm.
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