Pesca crustacera de Coquimbo
avanza hacia una certificación internacional
Profesionales
de la certificadora escocesa Acoura Marine visitaron la zona. Su
evaluación será clave en un posible reconocimiento de la
actividad bajo el estándar internacional MSC. De lograrse, los
camarones y langostinos chilenos serían la primera
pesquería industrial extractiva certificada en Chile a tan alto
nivel.
COQUIMBO, 5 de enero
de 2016.
Un gran paso
tras la meta de certificar a las tres pesquerías de
crustáceos de la Región de Coquimbo –camarón
nailon, langostino amarillo y langostino colorado– bajo el
estándar Marine Stewarship Council (MSC), el más
prestigiado a nivel pesquero internacional, se dio luego de concretarse
la visita de dos expertos de la certificadora escocesa Acoura Marine.
Esta gestión se desarrolla desde hace dos
años, bajo el alero del Proyecto de Fomento (Profo) AIP, de la
Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y la
Asociación de Industriales y Armadores Pesqueros de la
Región de Coquimbo (AIP).
Los
investigadores Sara Adlerstein y Julian Addison tomaron contacto con la
industria crustacera local en el contexto de una gira de tres
días por Chile, que incluyó Valparaíso, Quintero y
Coquimbo. Durante este tiempo sostuvieron reuniones con autoridades
pesqueras nacionales y regionales, académicos universitarios,
empresarios y tripulantes de la industria crustacera, organizaciones
vinculadas al mundo pesquero y profesionales del Instituto de Fomento
Pesquero (IFOP) y el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca).
La idea de esta gira fue obtener datos oficiales
e información de primera fuente sobre los parámetros
requeridos para alcanzar el estándar MSC, el cual solamente
posee una pesquería en Chile, correspondiente a choritos de
cultivo. Ninguna pesca extractiva en nuestro país, como es el
caso de la actividad crustacera, cuenta hasta ahora con una
certificación de este nivel.
Adlerstein explicó cuáles son tres
los aspectos que se miden para otorgar la certificación: “Uno es
el estado de conservación de la especie, en este caso, el
camarón y los dos langostinos. El segundo tiene que ver con el
efecto de la pesquería en otras especies y en el ecosistema, por
ejemplo, en especies que se retienen o se descartan, especies
vulnerables, por ejemplo, si remueves en gran cantidad algo que va a
desequilibrar el ecosistema. El tercero tiene que ver con el sistema de
manejo, porque puedes tener una especie que esté muy bien, pero
no haya regulaciones ni un organismo que esté encargado”.
Para determinar el estado de estos
parámetros, los expertos recurren a estadísticas
oficiales, estudios de entidades de investigación y cifras
aportadas por los propios industriales crustaceros sobre sus
rendimientos de pesca.
En este último ámbito destaca el
efecto benéfico que ha tenido el cambio de las redes usadas por
los barcos que pescan crustáceos en Chile, experiencia iniciada
por la AIP y que desde noviembre de 2014 fue incorporada por todos los
crustaceros del país, tanto industriales como artesanales. Las
nuevas redes son más resistentes y livianas que las anteriores,
pero además son mucho más específicas en la
captura de crustáceos. Estas características permiten
reducir o eliminar el arrastre sobre el fondo marino y minimizar la
cantidad de peces que quedan atrapados accidentalmente, como merluzas,
lenguados y besugos.
De concederse la certificación MSC,
ésta se extenderá por cinco años y llevará
consigo una serie de obligaciones para mantener y mejorar las buenas
prácticas. Permitirá a los crustaceros nacionales
explorar nuevos mercados de alta rentabilidad y, a la vez, mantener
sano el estado de los recursos.
“Siento que ha sido una excelente reunión
con los expertos internacionales que han venido a certificar. Esto,
para la AIP y la región, va a ser un hito muy importante.
Recordemos que va a ser la primera pesquería industrial
certificada en Chile, por lo tanto, estamos muy contentos”,
comentó el presidente del gremio, Osciel Velásquez.
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